La cara de viudos que se les ha quedado a muchos es todo un
poema. El Brexit ha sido un puñetazo en la mesa de los que hacen daño, pero un
daño más ideológico que económico. A día de hoy Londres ha sido la bolsa menos
castigada de las grandes europeas, el daño económico vendrá más adelante, pero
el miedo y la rabia se ha apoderado de aquellos que ven que el chiringuito
europeo se puede venir abajo.
Tras 8 años de crisis sin solucionar era inevitable que se
viniese abajo la estructura política europea. En UK muchos estaban hartos y han
dicho basta por muchas razones, por ello están siendo ridiculizado, ofendidos e
instrumentalizados pero lo cierto es que no quieren que las cosas sigan por el
camino que está marcando Europa y , de forma implícita, que ni por asomo su
país se parezca a los del sur de Europa
Los referéndums los carga el diablo, los ciudadanos se ven
envueltos en una dictadura de intereses inducidos, controlado por lo
políticamente correcto. Al igual que el pueblo judío, (perseguido, humillado,
ridiculizado y estigmatizado) mucha gente ha aprendido que para sobrevivir sin
problemas uno no puede expresar realmente lo que piensa, pero en una votación
secreta las ideas pueden aflorar y las
corrientes de fondo surgir y en Europa ahora mismo hay una corriente de fondo y
muchas ideas que no tienen representación real. Una de ellas es el hartazgo por
la Unión Europea, que se entrejunta con otra aún más poderosa que es el
resentimiento y el miedo que hay entre los millones de perdedores de la
globalización que hay en Europa. El Pastel se lo están llevando los muy ricos
(ej La city) y las dictaduras (China, Singapur…) , pero las democracias y las
clases trabajadoras de occidente se encuentran en crisis tras el hundimiento de
su patrón económico por culpa de sus burbujas, siendo la inmobiliaria la última
y más letal de todas ellas.
Cualquier análisis marxista elemental pondría sobre el
tapete que la supraestructura política se tiene que venir abajo una vez que la infraestructura económica se
viene abajo. La estructura política ha aguantado 8 años, salvando solo la parte
financiera pero a costa de conseguir un hito en la historia de occidente: por
primera vez en la historia las generaciones más jóvenes van a vivir peor que sus padres sin que haya una
guerra de por medio. Causa=la crisis económica que estalló en 2008. Siendo puntilloso: llama poderosamente la
atención que nadie en España haga ese análisis de tipo marxista, para mí una
prueba evidente que al menos ninguno de los partidos políticos que se sientan
en nuestros parlamentos son marxistas, ni si quiera Podemos, que son una
confluencia de intereses.
Pues bien, Bienvenido sea ese miedo a que se venga todo
abajo. Hasta ahora la crisis solamente la habíamos padecido los de abajo,
siendo los de arriba unos ganadores a los que esta crisis les ha venido hasta
bien (15.000 millonarios más en España solo el año pasado, de los que no
sabemos si pagan impuestos o no, si tributan con SICAVS al 1% o si su dinero
pasa por sociedades en Luxemburgo y sus cuentas están en Suiza). La imagen de
que los ricos no pagan impuestos está más que extendido y más que
justificada. ¿Qué imagen transmiten esos
ricachones de la City de Londres al resto del país pidiendo desesperadamente el
voto por el Bremain?. Señoras y señores, esto ha pesado mucho más de lo que
parece. La gente vota con el bolsillo….y con el corazón.
El miedo puede ser un instrumento que acelere las cosas y la
transición hacia el nuevo modelo económico- político y social que tiene que
venir tras el hundimiento del actual por mucha defensa espartana inútil que se
esté haciendo del mismo
El Brexit obliga a cambiar.
Eso es intrínsecamente bueno en el estado actual.
El miedo además
obliga a dar concesiones, obliga a la UE y a los mundialistas a incluir
la zanahoraria dentro de su receta del palo (recortes pésimos e injustos)
Algo similar a la Existencia de la URSS. El miedo obligaba a
occidente a hacer concesiones a sus clases trabajadoras, una vez cayó la URSS
la única forma de mantener el sistema sin concesiones era endeudando a la
gente. El pinchazo de la burbuja lo ha trastocado todo, aunque de momento solo
haya afectado a un segmento de la población